Una estrategia de aprendizaje es un
procedimiento (conjunto de pasos o habilidades) que un alumno adquiere y emplea
de forma intencional como instrumento flexible para aprender significativamente
y solucionar problemas y demandas académicas.
Los objetivos particulares de cualquier
estrategia de aprendizaje pueden consistir en afectar la forma en que se
selecciona, adquiere, organiza o integra el nuevo conocimiento, o incluso la
modificación del estado afectivo o motivacional del aprendiz, para que éste
aprenda con mayor eficacia los contenidos curriculares o extracurriculares que
se le presentan.
Las estrategias de recirculación de la información se consideran como las más primitivas utilizadas por cualquier aprendiz. La estrategias básicas de repaso simple y complejo son útiles especialmente cuando los materiales que se ha de aprender no poseen o tienen escasa significatividad lógica, o cuando tienen poca significatividad psicológica para el aprendiz.
Las estrategias de elaboración suponen básicamente integrar y relacionar la nueva información que ha de aprenderse con los conocimientos previos pertinentes: simple y compleja; la distinción entre ambas radica en el nivel de profundidad con que se establezca la integración.
Las estrategias de organización de la información permiten hacer una reorganización constructiva de la información que ha de aprenderse. La idea fundamental no es simplemente reproducir la información aprendida, sino ir más allá, con la elaboración u organización del contenido; esto es, descubriendo y construyendo significados para encontrar sentido en la información.
Las estrategias de recuperación de la información, permiten optimizar la búsqueda de información que hemos almacenado en nuestra memoria a largo plazo (episódica o semántica).
Las estrategias de recirculación de la información se consideran como las más primitivas utilizadas por cualquier aprendiz. La estrategias básicas de repaso simple y complejo son útiles especialmente cuando los materiales que se ha de aprender no poseen o tienen escasa significatividad lógica, o cuando tienen poca significatividad psicológica para el aprendiz.
Las estrategias de organización de la información permiten hacer una reorganización constructiva de la información que ha de aprenderse. La idea fundamental no es simplemente reproducir la información aprendida, sino ir más allá, con la elaboración u organización del contenido; esto es, descubriendo y construyendo significados para encontrar sentido en la información.
Las estrategias de recuperación de la información, permiten optimizar la búsqueda de información que hemos almacenado en nuestra memoria a largo plazo (episódica o semántica).
A continuación les presentamos estrategias que les pueden ayudar para activar la comprensión de sus alumnos:
Referencias
Díaz B., F. y Hernández R., G. (1999). Estrategias docentes para un aprendizaje
significativo. McGraw Hill, México, 232p.
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